viernes, 15 de julio de 2016

4 and 20  by Joss Stone

Esta es la primera aunque ni mucho menos  la mejor. 
La canción se escucha al final de una de esas películas  que llaman corales.
Su nombre Valentine's Day, en español "Historias de San Valentin". En catalán ni idea.
La película, sin mentiras, es mala. Reune los tópicos con sus correspondientes falacias que caracterizan al Hollywood más integrador.
(Esto hay que leerlo rápido, muy  rápido) Un inmigrante  con un acento horrible da buenos consejos; no tiene un buen trabajo pero es feliz;  un médico, malvado,  engaña a su esposa con una pobre y mona chica soltera, y al que cuando descubren le dicen que la tiene pequeña y los orgasmos fueron todos simulados. ¡qué original! Una mujer trabaja contestando un teléfono erótico, bueno erótico es un decir, pero es para pagarse los estudios, (si lo llega a saber N. Vidal ahora sería ingeniero de caminos, canales y puertos,  por lo menos), el candidato a amor de su vida le pide perdón por haber pensado mal. Una abuela, la dulce,  confiesa haberle puesto los cuernos a su marido, su marido se enfada, injustamente claro,  pero se perdonan y se vuelven a querer.  Su nieto, por eso es abuela, compra un ramo de flores para declararle su amor a su "seño", pero la seño le hace ver que ella es muy mayor para él, de momento claro, le aconseja que se lo dé a una niña de color oliva. Integración interracial. El florista, protagonista, amigo del inmigrante y de la chica engañada por el médico,  está enamorado, pero el objeto de su amor le hace la cobra emocional. Y no se lo dice, por favooor, solo lo torea.Hay un deportista de élite que declara ser gay pero amenaza con su puño, enorme puño de razones infinitas,  a quien se pase. Sin violencia claro. Y una militar viene a ver a su hijo,  destinada en algún punto del mundo "far-est" yanqui, el hijo es el nieto de del abuelo coronado y de la abuela dulce y casquivana; en pleno aeropuerto, mientras todos celebran el día del amor, está sin taxi, sin ningún medio de transporte y con un permiso tan pequeño como la bellotita del médico traidor;  no hubiese llegado a verlo, si no aparece su compañero de vuelo, guapo y millonario que le deja su coche, con chófer. Vaya, eso sí que es clase. Y ella llega,  para tapar al niño mientras duerme. Una lágrima de ternura desciende por mi mejilla.  Y él, el de la mucha clase,  se va a ver a su amor que es, nooooo, síííííí... el deportista de élite. Guau. Inenarrable. Tengo los ojos arrasados. Sin h que me he quitado las gafas. Se salva de esta petardada Jamie Foxx, es  feo pero tiene mucho estilo.
Podría seguir, pero es tan previsible que parece  una película  hecha con el manual  de sitios concurridos para almas cándidas y creyentes, lagrimita por aquí, abrazo por allá. Y cuando ya nada puede ser peor, y casi se han quedado sin cinta,  se oye esta canción, cuya letra no es nada del otro jueves, pero la voz...,ese ligero vibrato,  cierro los ojos y me pierdo la escena, seguro que no me pierdo nada.Qué aburrido tengo que estar para ver esta peli. Pero que bien suena. 


Se llama Joss Stone,   y pertenece a ese elenco de niñas monas con voces increíbles  preparadas desde pequeñas para sonar así.
Aleluya.